Bonifacio apeló a Luis Castillo para mejorar
VIERA, Florida. Durante el invierno, mientras se encontraba en su natal República Dominicana, Emilio Bonifacio se reunía con un tutor privado todas las mañanas a las 10. Por dos horas, trataban el corrido de bases, fildeo e intercambiaban ideas sobre cómo atrapar a los corredores en circulación. Bonifacio mayormente escuchaba.
Luis Castillo, sí, ese Luis Castillo, impartía la mayor parte de la enseñanza.
"Somos el mismo jugador, yo y él", dijo Castillo. "Eso fue lo que le digo".
Los Marlins solamente puede esperar que Bonifacio se convierta en otro Castillo, o al menos algo cercano. Castillo, ahora segunda base de los Mets, fue uno de los mejores jugadores que haya usado el uniforme de los Marlins, un bateador consistente en la parte de arriba de la alineación, ganador de Guante de Oro, y líder de todos los tiempos de la franquicia en no menos de 10 departamentos ofensivos, incluyendo hits, transferencias, carreras anotadas y bases robadas.
Castillo fue un agitador, algo en que los Marlins desean que Bonifacio se convierta algún día.
"Le dije que un tipo como él puede correr, puede batear, puede hacer de todo para su equipo", dijo Castillo al periódico New York Daily News cuando le preguntaron sobre sus sesiones diarias con Bonifacio. "Le dije, 'tú puedes batear .320. Puedes batear un hit todos los días porque puedes correr, puedes sacar de abajo'".
Después de una decepcionante primera temporada con los Marlins, cuando pasó de ser un titular el día inaugural a ser un jugador reserva en la parte final de la campaña, Bonifacio decidió trabajar extra en el invierno. Jugó en la República Dominicana y Venezuela. También trabajó con Castillo, cinco días a la semana en un play cerca de Santo Domingo.
"Fue mi gran ayuda", dijo Bonifacio. "Me habló sobre trabajar en los conteos largos y embasarme. Me dijo que tengo que utilizar mis piernas".
En otras palabras, Castillo le dijo lo que los Marlins han estado predicando con Bonifacio desde que lo obtuvieron en un cambio con los Nacionales a finales de la temporada 2008.
Los Marlins también trataron de reinventar a Bonifacio, convirtiéndolo en su bateador abridor y tercera base, una nueva posición para él. Sin sorpresas, Bonifacio dijo que nunca se sintió conforme.
"Realmente fue duro", dijo Bonifacio, un segunda base natural. La inhabilidad de Bonifacio para embasarse con regularidad le costó su puesto en la parte alta de la alineación. Terminó la temporada con un pobre porcentaje de embasarse de .303 y regresó a Dominicana buscando encajar.
Castillo lo tomó bajo sus alas. Castillo dijo que habló con Bonifacio sobre todas las facetas. "Es un buen jugador", dijo.
Y los Marlins están de acuerdo. Mientras los planes inmediatos para Bonifacio son que sirva como un "súper utility", los Marlins continúan creyendo que él se desarrollará en un jugador de todos los días.
"Para mí el peor escenario con Boni en esta etapa de su carrera es que se convierta en un tipo súper utility", dijo el dirigente Fredi González. "Todavía creo darle una oportunidad en su posición original, quizás él sea un jugador de todos los días. Pero, obviamente, tenemos un jugador número seis allá (Dan Uggla), quien es muy bueno".
El nuevo coach de bateo de los Marlins, Dave Collins, también está trabajando extensivamente con Bonifacio en la paciencia en el home.
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