
(Puerto Príncipe, AP) Antes de que un terremoto destruyera la mayoría de sus escuelas, los alumnos con uniformes almidonados y cintas azules en la cabeza se alineaban en las calles de la capital haitiana, en una imagen de esperanza e inocencia.
Muchos de esos estudiantes ahora viven en sórdidos campamentos de refugiados, con sus sueños tan destruidos como la misma ciudad.
"Con todo lo que ha pasado en los últimos años _las inundaciones, los huracanes, la inestabilidad_, estos niños no pueden perder más tiempo sin clases'', dijo Berdadel Perkington, una maestra que improvisaba una lección de matemáticas a un grupo de niños frente al destruido Palacio Nacional.
Algunas escuelas fuera de la zona del terremoto del 12 de enero debían reabrir el lunes, pero podría pasar un mes o más antes de que los alumnos en Puerto Príncipe reanuden las clases, dijo Marie-Laurence Jocelin Lassegue, ministra de cultura y comunicaciones.
Unas 200 escuelas de la ciudad quedaron pulverizadas por el sismo. Algunos colegios y escuelas técnicas podrían no reabrir jamás. Un elevado número de las 200.000 personas que se calculan murieron por el temblor eran alumnos y maestros.
En las afueras de la capital, las escuelas aguardaban un elevado número de estudiantes, muchos de ellos nuevos. Unas 300.000 personas han huido de Puerto Príncipe.
"Los niños están conmocionados y traumatizados'', comentó Lassegue. ``Algunos de ellos han perdido a sus amigos, a sus padres. Para algunos de ellos es como el fin del mundo''.
Kent Page, un vocero de UNICEF, dijo que es crítico que los niños vuelvan a clases para tener cierto sentido de normalidad, pero las escuelas reabrirlas, reaprovisionarlas, asignarles maestros y profesores_ son sólo una de muchas prioridades urgentes.
El ministerio de educación con su propio edificio destruido y sus asociados, incluso UNICEF, todavía están evaluando los daños.
UNICEF calcula que el 75% de las escuelas de la capital resultaron destruidas o averiadas. Dijo que Haití tiene en total unas 16.000 escuelas _6.000 en zonas afectadas y unos 600.000 alumnos.
UNICEF espera elevar el número de alumnos inscritos. Grupos de atención a la niñez dicen que un poco más de la mitad de todos los niños en edad escolar en Haití no asisten a clases, aunque aun las familias más pobres tratan de enviar al menos uno de sus niños a la escuela, en la esperanza de que en un futuro gane lo suficiente como para mantener a toda la familia.
"Me cortaron la pierna'', dijo Billie Flon, de nueve años, quien explicó que ahora tiene que mendigar en Petionville, un suburbio de la capital, para ayudar a su familia porque su casa resultó destruida. Dijo que no puede pensar en volver a la escuela por ahora.
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